"Buscar la toalla en la mochila, colgarla del cuello, ir al baño todos juntos, esperar para lavarse las manos con agua y jabón, decidir quién ayuda a la seño con las galletitas y el jugo o mate cocido, sacar el mantel, la servilleta, el plato y el vaso y acomodarlos en la mesa, cantar alguna canción, servirnos galletitas, pedir por favor cuando queremos más y decir gracias a quien las sirve, charlar sobre lo que cada uno quiera, escuchar música. Y luego, cuando terminamos, guardar nuestras cosas en la mochila, limpiar la mesa, buscar el trapo de piso si se volcó algo y la escoba si ensuciamos demasiado"
Todas estas acciones, que para los adultos son tan naturales y cotidianas, requieren de un aprendizaje gradual donde prioricemos no tanto el acto de comer sino el hábito de sentarnos, esperarnos, compartir un momento todos juntos, aprovechar para fortalecer expresiones de cortesía como el "por favor" y el "gracias"... pero todo ello sin obligar, sin forzar ni presionar, simplemente generando un ambiente relajado y agradable donde lo más importante sea COMPARTIR.
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